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Santoral

3 de enero. Beata Estefanía Quinzani

Nació el 7 de septiembre de 1457 en Orzinuovi, cerca de Brescia (Italia). Hija de campesinos se dedicó al cultivo de los campos. De niña hizo ya el voto de virginidad y llevada por este deseo de perfección, entró en la Orden seglar a los quince años. Después de vivir varios años en Crema se estableció en Soncino (Cremona) donde fundó y dirigió un floreciente monasterio de religiosas dominicas dedicadas a la educación de las jóvenes. La vida espiritual de la beata Estefanía, dominada por la contemplación de la pasión de Cristo, entra de lleno en la genuina tradición dominicana que indica como camino para realizar la conformación espiritual con Cristo crucificado esta ardiente contemplación de sus dolores. Este fervor se manifestó con fenómenos extraordinarios. Durante cuarenta años tuvo una gran aridez de espíritu, soportando con fortaleza dudas y tentaciones y la sensación de privación del amor divino y de la devoción. Trabajó al servicio de los pobres y de la paz. Almas santas amigas acudieron a su consejo atraídas por el mismo amor a Cristo crucificado, entre otras, santa Ángela Merici, el beato Mateo Carreri y la beata Hosanna de Mantua. Murió en Soncino y sus reliquias se veneran, desde 1748, en la iglesia de san Liborio en Colorno (Parma). Su culto inmemorial fue confirmado por Benedicto XIV el día 14 de diciembre de 1740.



4 de enero. Beata Zedíslava de Lemberk

Nació en Kizanov, Moravia (Checoslovaquia) alrededor de 1220. Unida en matrimonio con el príncipe Havel de Lemberk, hombre violento y altanero, tuvo cuatro hijos a los que educó con gran amor a la vez que con paciencia soportó loas dificultades que su marido frecuentemente le creaba. Recibió el hábito de la Orden de manos del beato Ceslao en los primeros momentos de la expansión de los dominicos por Polonia y Prusia y promovió el establecimiento de la Orden en Bohemia, consiguiendo de su marido la fundación de dos conventos. Se distinguió por sus cualidades en llevar eficazmente la vida de familia y dedicarse al servicio de los pobres. Murió en Iablona el año 1252. Su culto fue aprobado por San Pío X el 28 de agosto de 1907.



7 de enero. San Raimundo de Peñafort

Nació de noble familia en Penyafort, cerca de Barcelona, alrededor de 1175. En su juventud se dedicó con pasión a los estudios humanísticos, inicialmente en su patria y luego en Bolonia donde obtuvo los grados en derecho, y a los treinta años era profesor de su Universidad. Vuelto a España se incardinó en la catedral y entró en la Orden en el convento de santa Catalina de Barcelona, apenas construido, el viernes santo de 1222. A pesar de la humildad con que empezó su nueva vida, no se ocultó su fama de ser uno de los más prestigiosos maestros de su época en teología y derecho. Gregorio IX le llamó a Roma encargándole la compilación de una colección de Decretales pontificas, trabajo que realizó sólo en cuatro años (1230-1234). Fue obra maestra y punto de referencia obligado del derecho canónico durante muchos siglos. Ya antes había compuesto una Summa para la formación de los presbíteros al ministerio, llena de gran valor pastoral. Estos trabajos le valieron la confianza y el aprecio de la Orden que en el Capítulo general de 1238 lo eligió como segundo sucesor de Santo Domingo, después del beato Jordán de Sajonia. A los dos años obtuvo la dimisión pero ya había hecho una nueva redacción de las Constituciones de la Orden. Volvió a Barcelona y continuó su apostolado especialmente en la conversión de los herejes y de los musulmanes. Para ello creó dos conventos de formación misionera, como ya años antes había promovido a este fin la fundación de los Mercedarios, e insistió par que los religiosos profundizasen en el conocimiento del árabe y del Corán. Se cree que Raimundo pidió a santo Tomás la redacción de la Suma contra Gentiles. Fue penitenciario de Gregorio IX y confesor de Jaime el Conquistador. Murió en Barcelona, casi centenario, el 6 de enero de 1275 y su cuerpo se venera en la catedral de Barcelona. Fue el primer santo canonizado en la actual basílica Vaticana por Clemente VIII el 29 de abril de 1601. Es el patrono de los juristas católicos.



10 de enero. Beata Ana de los Ángeles Monteagudo

Ana Monteagudo Ponce de León nace en Arequipa (Perú) el 26 de julio de 1602 y fueron sus padres el español Sebastián Monteagudo de la jara y la arequipeña Francisca Ponce de León. Los padres confiaron su educación, a los tres años, al monasterio de Santa Catalina de las dominicas de clausura donde permaneció hasta los catorce años. Después de estar un año en casa y con fuerte oposición de sus padres vuelve al monasterio donde empieza el noviciado en 1618 tomando el nombre de Ana de los Ángeles. En el monasterio ejerció los cargos de sacristana, maestra de novicias y priora. Fue siempre modelo acabado de oración, de caridad dentro y fuera del monasterio, de don de consejo, de espíritu misionero y de misericordia hacia las almas del purgatorio. Mantuvo la disciplina conventual con constancia, ejemplaridad, madurez y ecuanimidad. Después de diez años de enfermedad paralizante y de quedar ciega los últimos años, muere a los ochentaicuatro años el 10 de enero de 1686. Beatificada por Juan Pablo II en su segundo viaje al Perú, el 2 de febrero de 1985.

 

 



11 de enero. Beato Bernardo Sacammacca


Bernardo, antes Antonio, nace en Catania (Sicilia) de familia noble el año 1430. Después de una juventud disipada, postrado por una herida grave recibida en un duelo y movido por la gracia divina, quiso ser inscrito entre los frailes Predicadores el año 1452. Se dedicó con ardor y exclusividad a Dios y se esforzó en conformarse a Cristo crucificado, cuya pasión consideraba devotamente, por medio de una caridad ardiente y frutos abundantes de penitencia. Fue esclarecido en la misericordia al prójimo, especialmente con los enfermos y necesitados para los que procuró la edificación de un hospital. Fue de los primeros religiosos observantes de Santa Zita de Palermo, prior de Santo Domingo en Catania y después en Palermo y finalmente vicario general de los conventos reformados de Sicilia. Fue predicador ardoroso y llevó muchas personas a Dios. Se mostraba muy compasivo con los pecadores. Murió en Catania el 11 de enero de 1487 y allí se venera su cuerpo incorrupto. León XII aprobó su culto el 8 de marzo de 1825.

 

 



11 de enero. Beato Gonzalo de Amarante

Nació en Tagilde (Portugal). No se conocen con precisión las fechas de su vida. Pertenecía al clero secular, pasó catorce años peregrinando por Tierra Santa y Roma; vuelto a su parroquia, Fue recibido con amenazas y malos modos y se retiró a vida eremítica. Posteriormente abrazó la vida dominicana. Terminado el tiempo dte prueba de su vida dominicana obtuvo el permiso para volver a Amarante y a vivir vida de solitario, acompañado de otro fraile. Allí transcurrió el resto de su vida dedicado a la contemplación y a la evangelización de aquella zona. Murió en Amarante hacia el año 1259 y allí hay una capilla donde se le venera. Clemente X concedió su misa y oficio el 10 de julio de 1671



15 de enero. San Francisco Fernández de Capillas

Nace el 15 de agosto de 1607 en Baquerín de Campos, (Palencia-España). El menor de cinco hermanos estudió, desde niño,en Palencia donde conoció a los dominicos y descubrió un primer germen de vocación. Fue en el convento de San Pablo de Valladolid donde ingresa en la Orden y profesa al tiempo que hace los estudios institucionales.
Por estos años, el ardor misionero se proyecta hacia el Nuevo Mundo y hacia los países del Extremo Oriente. Todavía siendo diácono, en 1631, con otros treinta jóvenes dominicos, embarca rumbo a México, primera etapa del viaje. Casi un año tardarán en llegar a Manila con la recia experiencia de una travesía llena de padecimientos. En la capital filipina, Fray Francisco recibe la ordenación sacerdotal a los 25 años de edad.

 

En Manila ejerce su vocación sacerdotal y misionera durante nueve largos años, en ansiosa espera de ser enviado a China. Otra escala en Formosa hasta que los cristianos chinos les faciliten la entrada en Fujián el año 1642. La persecución más o menos declarada a los cristianos es el ambiente en el que desarrolla su acción evangelizadora.
Fiebres cuartanas y privaciones de todo orden debilitan extraordinariamente su salud. Pero nada le detiene en su misión. La integridad de su vida, la bondad de su corazón y la entrega a su vocación hacen que los cristianos hablen de él como del “santo Capillas”. Arrestado cuando regresaba a su refugio después de atender a los enfermos, es juzgado y condenado por defender su fe y su amor a Jesucristo. Dos meses de tormentos en la cárcel desembocan en su degollación el 5 de enero de 1648.
Beatificado por san Pío X el año 1909 y canonizado por Juan Pablo II el 2000, juntamente con 120 mártires de China. La reliquia de su cabeza se conserva en el convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid
 



18 de enero. Santa Margarita de Hungría

Nacida de una estirpe de santos, Margarita fue escogida por Dios como ángel de paz y víctima de propiciación. Hija de Bela IV rey de Hungría y de María Láscaris, hija del emperador de Constantinopla, antes de nacer, en 1242, fue ofrecida a Dios para la liberación de Hungría de las hordas de los tártaros. A los tres años fue confiada a las monjas dominicas de Veszprem. A los doce años se traslada al nuevo monasterio edificado por su padre el rey en una isla del Danubio junto a Buda, y allí hizo la profesión en manos del maestro fray Humberto de Romans.
Se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. La ascesis conventual del silencio, soledad, oración y penitencia se armonizaron con un celo ardoroso por la paz, gran valor para denunciar las injusticias y gran cordialidad con sus compañeras a las que servía en los más humildes servicios. Su vida de piedad se cualifica por la devoción al Espíritu Santo, a Jesús crucificado, a la Eucaristía y a María. Murió en este monasterio e1 18 de enero de 1270. Después de varias vicisitudes, sus reliquias fueron colocadas en la iglesia de las clarisas de Bratislava en 1618, pero desaparecieron con la supresión del monasterio en 1782. Pío XII la canonizó el 19 de noviembre de 1943.
 



18 de enero. Santa Margarita de Hungría

Nacida de una estirpe de santos, Margarita fue escogida por Dios como ángel de paz y víctima de propiciación. Hija de Bela IV rey de Hungría y de María Láscaris, hija del emperador de Constantinopla, antes de nacer, en 1242, fue ofrecida a Dios para la liberación de Hungría de las hordas de los tártaros. A los tres años fue confiada a las monjas dominicas de Veszprem. A los doce años se traslada al nuevo monasterio edificado por su padre el rey en una isla del Danubio junto a Buda, y allí hizo la profesión en manos del maestro fray Humberto de Romans.
Se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. La ascesis conventual del silencio, soledad, oración y penitencia se armonizaron con un celo ardoroso por la paz, gran valor para denunciar las injusticias y gran cordialidad con sus compañeras a las que servía en los más humildes servicios. Su vida de piedad se cualifica por la devoción al Espíritu Santo, a Jesús crucificado, a la Eucaristía y a María. Murió en este monasterio e1 18 de enero de 1270. Después de varias vicisitudes, sus reliquias fueron colocadas en la iglesia de las clarisas de Bratislava en 1618, pero desaparecieron con la supresión del monasterio en 1782. Pío XII la canonizó el 19 de noviembre de 1943.
 



19 de enero. Beato Andrés de Peschiera

Andrés Grega nació en Peschiera (Itaia) el año 1400 de piadosos padres, originarios de Lago de Garda. Recibió el hábito en Brescia, en el momento de mayor esplendor de la disciplina regular promovida por el beato Antonio Della Chiesa, llevando a cabo sus estudios en el convento de san Marcos de Florencia. Terminado el período de formación y ordenado presbítero se dedicó a la predicación, especialmente en Valtellina, región abrupta y fría del norte de Italia que santo Domingo había evangelizado en los últimos años de su vida, prodigándose incansablemente a favor de aquella pobre gente durante cuarenta y cinco años de durísimo ministerio que le valió el título de “apóstol de Valtellina”. Recorrió a pie toda la región viviendo pobremente, pasando la noche con los pobres, acostado sobre sarmientos, conciliándose de este modo el cariño de todos por su celo de caridad, humildad y obediencia, Murió el 19 de enero de 1485 en el convento de Morbengo (Sondrio) cuya fundación había promovido. Su cuerpo reposa en su iglesia parroquial. Pío VII confirmó su culto el 26 de septiembre de 1820.



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